Otro poco sobre la fama



La fama, uno de los objetos más buscados y peligroso del mundo. Todos parecen querer que su rostro sea conocido y sus hablidades expuestas al mundo. Tanto es así que una vez que se transforman en famosos, esas personas se ven sometidas de forma casi involuntaria a lavados de cerebros, en los que se resalta la importancia de verse siempre bien, en todo lugar y situación, además de hacerles creer que pueden hacer o decir cualquier cosa sin dañar a nadie, aunque cuidando de que los demás no se atrevan siquiera a expresar una crítica, aun una que sea constructiva. Se valoran tanto a sí mismos que olvidan que necesitan de su público para seguir siendo famosos. Viven con la presión de saberse observado por el mundo todo el tiempo (aún en familia) es tan fuerte que finalmente olvidan el motivo que los llevó a tomar ese camino. ¿Quería ser famoso para cumplir un sueño, para mejorar su situación económica, para cumplir una materia pendiente? Al final ni ellos mismos pueden contestar esa pregunta. El sueño se tranforma en una cárcel, dónde las cadenas son el temor al fracaso, y pocas personas sufren tanto como aquellas que han fracasado ante los ojos crueles e imparciales del mundo. Al final, ¿son famosos o sólo objetos de consumo? En el fondo aún son seres humanos, no olvidemos eso.



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